viernes, 22 de mayo de 2009

Reflexiones sobre la etiqueta en la red


- Me disculpa.
- ¡Ay perdón!
- Usted primero caballero
- Muchas gracias

Personalmente nunca había meditado sobre la importancia de que en las comunicaciones en red existan unas reglas básicas de comportamiento. Todos tenemos la idea de que internet es un campo muy impersonal basado en un montón de redes con millones y millones de ordenadores interconectados, pero en realidad se trata de muchas redes con millones de personas interconectadas.

Cuando trabajamos en red parece que no importa tanto que la gente sea educada y agradable, o yo al menos antes no le daba tanta importancia. Pero después de esta semana me he dado cuenta de que la educación en la red es tan importante, o más, como en el ámbito social. Si las normas cívicas son importantes para vivir en sociedad, la “etiqueta en la red” (netiquettes) es importante para vivir en red. Hay quien escribe en foros con seudónimos, quien abre cuentas de correos con nombres falsos, quien engaña con fotografías retocadas o que son de otros, pero aunque así sea es bueno que esas personas respeten y sean respetadas en la red.
 
Esta semana hemos visto que es necesario contemplar algunas formas que, aunque no están impuestas o vigiladas, se han ido estableciendo por la costumbre y la experiencia (la costumbre hace ley, nos decía un profesor de legislación en Zaragoza). Estas reglas, similares en algunos casos a las de educación y cortesía de la vida diaria, no son caprichosas y difieren unas de otras en función del tipo de comunicación o herramienta que estemos empleando (foro, correo electrónico, chat…).

Todas ellas deben contribuir, bajo mi punto de vista, a hacer la comunicación lo más práctica y agradable posible. Durante esta semana principalmente nos hemos centrado, a través de nuestra wiki, en redactar un decálogo de normas para el uso del correo electrónico, de la mensajería instantánea, de los foros y de las webminars. Todas ellas pueden tener su aplicación en nuestro quehacer diario, sobre todo en la fase de correspondencia de los cursos que impartimos. Si hasta ahora todos veíamos como normal el mantener unas normas de cortesía en el trato diario con nuestros alumnos o en la redacción de las cartas que les enviamos, ¿por qué no también aplicarlas en las comunicaciones en red?

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